Diariamente absorbemos noticias desde la prensa tradicional, las redes sociales o comentarios de los colegas y amigos. Han surgido una serie de expertos que proyectan distintos escenarios basados en lo que escucharon, lo que les dijo un amigo médico o alguien experto en negocios. La noticia de una nueva vacuna hace que las bolsas se disparen, el fracaso de otra, hace que las bolsas caigan. Conceptos como la «Nueva Normalidad», que aún no entiendo de qué se trata, se están tomando las presentaciones de los «gurús» de negocio. El meme de que el COV-19 aceleró la transformación digital de las empresas, es un chiste que se repite por todos lados, haciendo creer a las personas que la transformación digital es trabajar desde la casa o hacer clases remotas.
La mala noticia del COV-19, ha sido una gran noticia para las empresas como Amazon, Google, Apple, Facebook y también para sus clones chinos Alibaba, Tencent y Titktok entre otros. Las valoraciones bursátiles de estas empresas rompen registros diarios y en el caso de Apple ya superan el trillón de dólares de valoración. En Latinoamérica Mercado Libre se ha transformado en la empresa más valiosa de la región gracias al apoyo que está dando a los comercios para vender productos en el mundo digital.
Estos resultados no son casualidad. Estas empresas vienen año tras año invirtiendo en nuevas tecnologías, nuevos conocimientos, nuevas formas de trabajar. Amazon por ejemplo, compró a Alexa en el año 1999, o sea hace casi 20 años, pero sólo en los últimos años nos maravillamos con su capacidad de «escuchar» nuestras solicitudes y hacer transacciones como por arte de magia. Facebook compró a Instagram en el año 2012, empresa que hoy es fundamental para el ecosistema de negocios de Facebook. El método Lean Startup, que es el método estructural que la mayoría de estas empresas utilizan para desarrollar sus soluciones, fue escrito por Eric Ries el año 2011. Este nuevo conocimiento y estas nuevas tecnologías han permitido el rápido avance de Silicon Valley en el mundo de la innovación. Nos maravillamos con su ecosistema de Venture Capital, conexiones, innovaciones y empresarios exitosos. Pero tenemos que considerar que todo este desarrollo de Silicon Valley comenzó en los años 50 y que se ha configurado conectando a empresarios que re invierten sus utilidades en nuevas empresas, las empresas son parte del día a día de las universidades y muchas Startups han nacido precisamente en las salas de clases de las universidades.
Personalmente no sé cual va a ser la «nueva normalidad», tampoco sé si tenemos que rehacer nuestras oficinas hoy, cuando aún no sabemos en qué etapa de la crisis de COVID-19 estamos y lo qué es más delicado en nuestra región, en qué etapa de la crisis social y económica. Lo que sí sé, es que tenemos una oportunidad de oro para cambiar nuestra forma de hacer las cosas. Con COVID-19 o sin COVID-19, no podemos seguir obligando a nuestros empleados a desplazarse enormes distancias para ir a trabajar. No podemos seguir enseñando en nuestros colegios, institutos y universidades de la misma forma en que lo hacemos hoy. No podemos seguir entregando las mismas herramientas del siglo XX, en un siglo como el XXI, donde el petróleo ya no se extrae desde el fondo de la tierra con grandes plataformas, si no que se extrae desde grandes servidores de información que almacenan los datos que dejamos en las redes sociales, Plazas Digitales y sistemas computacionales.
Una nueva forma de hacer las cosas es posible y es urgente. Google lanzó un programa de certificación técnica que permite a personas en Estados Unidos, obtener certificaciones en 6 meses, las mismas que en instituciones tradicionales tardan por lo menos 2 años de tiempo y varios miles de dólares de costo. En Latinoamérica no nos podemos quedar atrás de este radical cambio en la forma de hacer las cosas. Debemos actuar y ya.
Hace 4 años cuando pensamos crear nuestro primer diplomado de transformación digital de los servicios financieros, nos acercamos a varias instituciones tradicionales para trabajarlos en conjunto. La respuesta de todas las instituciones fue un rotundo y sólido NO. Lo único que proponíamos era incorporar metodologías como Lean Startup, Canvas, Agilidad e innovación abierta. Hoy son conceptos comunes en las escuelas de negocio, siguen siendo programas a mi juicio largos y costosos, pero ya es un paso. Creo que el paso siguiente y urgente, es democratizar este conocimiento, incorporar estos conceptos en institutos técnicos, en los operativos de las empresas, en las personas menos afortunadas, que no han podido acceder a una educación formal.
El conocimiento es infinito y hoy es mucho más fácil de encontrar, pero para encontrarlo debemos aprender a distinguir el conocimiento de calidad, de los comentaristas de las redes sociales. Invirtamos nuestro tiempo para incorporar nuevos conocimientos, apague la televisión, ponga pausa a las redes sociales. Si tiene hijos pequeños enséñeles a programar con plataformas gratuitas como Scracht (https://scratch.mit.edu/) o refuerce las materias generales del colegio en Khan Academy (https://es.khanacademy.org/). Si no tiene usted tiempo para apoyar a sus hijos, busque a profesores jubilados o cesantes, que puedan apoyarlos con estas plataformas.
Cualquier transformación parte del ser humano, la tecnología, los modelos de negocio, los maravillosos vuelos espaciales, las nuevas vacunas, son todos resultados de una nueva forma de hacer las cosas. Hagamos las cosas diferentes y aprovechemos esta crisis, cualquier cambio depende de ti, vuelve a tu centro, respira tranquilo, aprende y da el primer paso.